EMBARGOS Y DEMANDAS CIVILES POR DEUDA: ¿CUÁNDO CONVIENE INICIAR UN PROCESO LEGAL?
En el ámbito financiero y patrimonial, el incumplimiento de una obligación de pago puede llevar a que el acreedor evalúe acciones judiciales para recuperar su dinero. En este contexto, conocer cuándo conviene iniciar un proceso legal es clave para actuar con rapidez y eficacia.
Uno de los mecanismos más comunes es la ejecución de garantías. Cuando la deuda está respaldada por una hipoteca, el abogado de ejecución de garantía hipotecaria será el profesional encargado de iniciar la demanda de ejecución. Este procedimiento busca que el bien hipotecado sea vendido en un remate judicial hipoteca y, con el producto obtenido, se cubra el monto adeudado.
De forma similar, cuando la deuda está respaldada por un bien mueble —como un vehículo, maquinaria u otro activo—, el caso puede ser llevado por un abogado especializado en ejecución de garantía mobiliaria, quien se encargará de presentar y seguir la demanda correspondiente. En estos supuestos, la recuperación del bien otorgado en garantía suele ser más rápida que en una ejecución hipotecaria, ya que los bienes muebles, por su naturaleza, resultan más sencillos de subastar y convertir en efectivo.
La decisión de iniciar una demanda o un embargo debe considerar factores como:
- Monto de la deuda: Si es significativo y supera los costos del proceso.
- Solvencia del deudor: Si cuenta con bienes embargables y/o una situación financiera positiva (en centrales de riesgo).
- Plazos de prescripción: No dejar que la deuda pierda exigibilidad legal por vencimiento de plazos para accionar.
- Evidencia documental: Tener títulos, contratos o pagarés que respalden la obligación, que contengan fecha cierta.
En conclusión, iniciar un proceso legal por deuda es más conveniente cuando se cuenta con garantías reales o títulos ejecutivos que agilicen el cobro. Contar con un abogado especializado en ejecución de garantía hipotecaria y mobiliaria, así como en ejecución de garantías y títulos valores (cheques, letras de cambio, pagaré, etc.) asegura una estrategia adecuada para maximizar las posibilidades de recuperar el crédito. Actuar con prontitud y respaldo jurídico puede marcar la diferencia entre recuperar o perder definitivamente el monto adeudado.
Alessandro Rene Galarce Ochoa