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En el Perú, el remate judicial de un inmueble por deuda es un proceso legal que permite a los acreedores recuperar su dinero cuando un deudor no cumple con sus obligaciones. Este procedimiento suele iniciarse cuando el deudor no paga un préstamo respaldado por una garantía hipotecaria o prendaria. A través de la ejecución de garantía hipotecaria, el acreedor puede solicitar al juez la subasta del inmueble.

El primer paso es contratar a un abogado especializado en ejecución de garantías hipotecarias. Este profesional será clave para iniciar la demanda y garantizar que se cumplan todos los requisitos legales. Este se encargará de todas las gestiones legales y actuará en representación del acreedor durante el juicio.

El juez dictará la orden de remate judicial de la propiedad, lo que permitirá que el inmueble sea subastado públicamente. Este proceso se realiza con la intervención del Poder Judicial, quien fijará el valor y la fecha de la subasta. Un abogado para ejecutar hipoteca es indispensable para asegurar que los derechos del acreedor sean protegidos y el remate se realice de manera adecuada.

Además, también, es posible iniciar un proceso a través de un Centro de Arbitraje. Esta opción es recomendable cuando las partes han acordado previamente someterse a arbitraje en caso de conflicto. El abogado de ejecución de garantía hipotecaria podrá solicitar al árbitro la ejecución de la garantía, lo que también puede llevar al remate de la propiedad. El procedimiento arbitral suele ser más ágil y flexible que el judicial, pero depende de la existencia de un convenio previo que lo respalde. Esta alternativa es válida cuando se busca resolver la disputa sin recurrir al sistema judicial tradicional.

Es importante considerar que el proceso de remate judicial también puede implicar la venta de la propiedad a un precio inferior al de mercado, por lo que es fundamental contar con asesoría legal experta para maximizar las probabilidades de recuperación.

Alessandro Rene Galarce Ochoa